Soltero/a - pero no solo/a
Vive tu vocación como soltero/a
Jesús estaba soltero, según sabemos, y muchos de sus discípulos también lo eran. La vida como soltero puede llevarte a una relación profunda con Dios y a una vida activa en la Iglesia. Puedes concentrarte por completo en tu relación con Cristo y en tu servicio al mundo, sin tener que renunciar a las amistades. Es un tiempo de crecimiento, entrega y una oportunidad para descubrir lo que Dios tiene previsto para ti.
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Como soltero, puedes conectar a las personas entre sí y con Dios, y proclamar el Reino de Dios en tu entorno. Por ejemplo, como catequista u en otro servicio en tu comunidad. Y si anhelas más, la Iglesia reconoce formas de vida concretas en las que puedes vivir tu vocación como soltero, cómo por ejemplo ser religiosa, religioso, sacerdote, diácono o virgen consagrada.